El coliving es un nuevo modelo residencial comunitario que tiene muchas similitudes con el coworking. De hecho, se trata de una evolución del propio coworking: vivir y trabajar solos, pero integrados en una Comunidad.
Podríamos definirlo como un modelo a medio camino del piso compartido y la residencia de estudiantes. Los usuarios disponen de su propia habitación y espacio privado, pero comparten con la Comunidad muchos de los espacios como el comedor, la cocina, la sala de estar, las zonas comunes y las zonas de trabajo.
Es un nuevo estilo de vida que potencia el sentimiento de comunidad y las relaciones entre los residentes. Los residentes comparten espacios, pero también aficiones y tiempo libre. Además, buscan convivir con otros profesionales, para fomentar el intercambio de ideas y los trabajos de colaboración.
Orígenes y expansión
El coliving se originó a principio de la década de los 2010 en los Estados Unidos, en San Francisco, en un momento en que coincidieron la escasez de viviendas con el aumento de jóvenes profesionales que se instalaban en la ciudad.
Es una tendencia de éxito en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Indonesia o Japón. Y en España, en Barcelona y Madrid, ha empezado a implantarse.
El sector del coliving en España cuenta en estos momentos con más de 500 camas, y en 2021 se prevé que se multiplique por cinco la oferta.
Existe un interés creciente de los promotores para construir este tipo de edificios residenciales en zonas como el 22@ de Barcelona o la plaza Europa del Hospitalet de Llobregat.
Sin embargo, aunque las dos grandes ciudades acaparan la mayoría de los proyectos, ya les siguen otras ciudades como Valencia, Donosti, Sevilla o Málaga.
¿Quiénes son los usuarios?
Como hemos contado, se trata de espacios compartidos muy acorde con lo que buscan los millenials. Por lo tanto, los usuarios del coliving suelen ser jóvenes que quieren independizarse, pero quieren vivir en comunidad.
Además del alojamiento y las comodidades, este público busca encontrar también servicios adicionales al del alquiler de una habitación: limpieza, zonas de coworking y espacios de ocio (gimnasio, biblioteca, piscina, etc.).
Los edificios de Coliving son, por lo tanto, espacios diseñados para favorecer la relación de sus residentes. Es por eso, que el valor añadido que ofrece el operador que gestiona el edificio y, por lo tanto, los servicios que proporciona son la pieza fundamental de este tipo de activos.
Desde el punto de vista del inversor inmobiliario, este tipo de activo residencial ofrece rentabilidades más altas que otros productos residenciales. El Coliving ofrece en estos momentos rentabilidades cercanas al 5-5,5%, mientras que el alquiler residencial tradicional suele estar en el 3-3,5%.
Se espera un alto crecimiento de la demanda de este tipo de producto, que ha despertado el interés de promotores e inversores que buscan alternativas diferentes. En estos momentos los mayores operadores son Inèdit, StarCity y Vanguard, en Barcelona, y Urban Campus, Habyt y Homiii, en Madrid. Otras compañías como Attico DoveVivo o The Student Hotel, también estudian instalarse en España.