El mercado inmobiliario ha resucitado, con otros actores, dejando atrás los grandes grupo inmobiliarios y sólo permaneciendo aquellos que han sabido adaptarse, como es el caso Alting.
Hoy las compañías del sector se perfilan dentro de tres grupos: las gestoras o plataformas de servicio de las entidades financieras, que están siendo adquiridas por inversores extranjeros; las sociedades patrimonialistas, y un todavía muy reducido grupo de empresas promotoras.
A nivel de operaciones el resurgir se acentúa cuando hablamos del sector terciario –con los centros comerciales y oficinas como principales motores– los números así lo muestran. Las operaciones cerradas en 2014, por valor de 10.483 millones de euros. Y el ritmo vertiginoso continúa, puesto que durante los tres primeros meses de 2015 se han firmado transacciones inmobiliarias valoradas en 2.300 millones de euros
Aunque los volúmenes de capital durante el 2014 han sido iguales a los de antes de la crisis, los precios de los activos han sido más bajos, por lo que se han tenido que cerrar muchas más operaciones y por un número mayor de metros.
Los compradores, mayoritariamente extranjeros, han operando directamente a través de fondos de inversión o indirectamente a través de las Socimis (Empresas cotizadas propietarias de activos inmobiliarios cuyos ingresos deben proceder al menos en un 80% del alquiler. Están sujetas a condiciones especiales de funcionamiento y, a cambio, disfrutan de exenciones fiscales y bonificaciones).
Hoy el mercado inmobiliario se encuentra con la presión de aquellos que quieren conseguir los mejores edificios en las mejores ubicaciones.
FUENTES: El Pais | Expansión | La Vanguardia